Cineastas piden que no se les politice.

 

En redes sociales, gente como Gael García Bernal han difundido la carta que se encuentra en la plataforma change.org y que ya contabiliza más de 6 mil firmas.

“Porque con la extinción de fideicomisos el cine quedaría a merced de caprichos políticos”, directores y actores se han sumado a una carta en la cual solicitan a diputados no votar a favor de ello.

Entre los firmantes se encuentran los actores Daniel Giménez Cacho, Humberto Busto y Giovanna Zacarías, así como los realizadores Carlos Cuarón (“Rudo y cursi”), Gary Alazraki (“Nosotros los nobles”) y Juan Carlos Rulfo (“En el hoyo”).

En redes sociales, gente como Gael García Bernal han difundido la carta que se encuentra en la plataforma change.org y que ya contabiliza más de 6 mil firmas.

El texto, firmado también por colectivos fílmicos, se refiere a los fideicomisos relacionados con la cultura, el cine, la ciencia y tecnología.

“Si desaparecen los fideicomisos públicos, la ciencia y la tecnología, el cine y la cultura, la reparación a víctimas, la protección de periodistas y personas defensoras de derechos humanos -entre otros temas- quedarán sujetos a los ciclos políticos y al criterio de los políticos”.

“En otras palabras, si aprueban el Dictamen la ciencia, la cultura, el periodismo y los derechos humanos van a quedar sometidos al capricho de la política”, se lee en el documento.

Ayer la Comisión de Presupuestos y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa para desaparecer al Fidecine, figura que ha apoyado la realización de casi 300 largometrajes desde el 2002, cifra que representa una de cada cinco producciones hechas en los últimos 18 años.

El dictamen será sometida al pleno mañana.

La propuesta oficial es que los recursos ya no tengan intermediarios y los apoyos sean entregados directamente a los beficiarios.

El texto refiere que los fideicomisos fueron creados para separar el financiamiento público y privado de los ciclos políticos, así como transparentar el gasto en estas áreas conforme a reglas fijas, evitando la discrecionalidad del poder ejecutivo y hacer más eficiente la operación porque evitan la burocracia de las dependencias oficiales.

“Al poner el dinero en fideicomisos en lugar de manejarlo como gasto corriente del gobierno, se evita que sea sujeto de negociaciones políticas y jaloneos que, año con año, se hacen en la Cámara de Diputados al momento de aprobar el presupuesto anual”, subraya el documento.

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