85 «joyas» arqueológicas son halladas por el Mexican Museum de San Francisco

 Ciudad de México, 13 julio 2017.- Con el objetivo de convertir al Mexican Museum – un respetado museo local – en una institución cultural de impacto internacional se ha comenzado a realizar una evaluación íntegra de las más de 17 mil piezas que forman su colección. Gran parte de este acervo se ha logrado gracias a pequeñas y grandes donaciones en especie de amigos de este museo, con los que siempre estaremos agradecidos.

El Mexican Museum está entrando a una nueva etapa que requiere cumplir con las políticas de aceptación de donaciones del Smithonian Institution que en el año 2012 aceptó al Mexican Museum como miembro afiliado. Este proceso de estudio y valoración de sus colecciones se estima durará ocho meses y lo realizan expertos en diversas áreas: arte prehispánico, colonial, Siglo XIX, moderno, contemporáneo, mexico-americano/chicano y popular.

En un primer ejercicio, se ha comenzado a evaluar rigurosamente una selección de piezas pre hispánicas. El Mexican Museum cuenta ya con al menos 85 piezas arqueológicas de la más alta calidad, más de lo que se suponía en primera instancia. Gracias a una donación próxima por parte de un coleccionista de arte privado de Alameda, CA, esta colección crecerá aproximadamente a 170 piezas destacadas por su alto nivel.

Una primera evaluación de la colección arqueológica.

A mediados del mes de mayo del presente año, como inicio del programa de evaluación de las más de 17 mil piezas que forman la colección del The Mexican Museum, el Doctor en Arqueología, Eduardo Pérez de Heredia hizo una primera selección que confirmó datos que el museo ya suponía: con cerca de 17,800 registros de distintas etapas históricas, la colección arqueológica actual es de cerca de 1,774 fichas, un 10% del total de obras que incluyen otros períodos.

Es importante notar que los 17,800 registros incluyen, debido al proceso de control, la etiquetación individual de diversas partes de una sola pieza. Por ejemplo, una serie de piezas que alguna vez conformaron un collar, poseen varios registros, aunque formen un único objeto; lo anterior disminuye la cantidad de objetos disponibles en términos reales.

Debemos destacar que se está trabajando en un verdadero inventario con base en el Manual de Manejo y Control de Colecciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el cual establece que para que una pieza sea sujeta a ese procedimiento debe reunir aproximadamente 60% de los materiales originales. Esto descartó un gran número de objetos registrados que eran partes o fragmentos de cerámicas antiguas o de figuras o figurillas, como cabezas o partes de cuerpos que no llegaban al porcentaje de conservación necesario para su valoración.

Del número total de objetos donados y evaluados -casi dos terceras partes son originales-, lo que dista mucho de las declaraciones sobre la colección hechas en días recientes.

El trabajo del Dr. Pérez de Heredia estuvo dedicado a ese tipo de valoración y señaló las piezas más relevantes, él mismo dijo textualmente:

“While examining each of the pieces of the collection I compiled a list of the items that satisfied two requirements: authenticity and a high degree of historical, artistic and/or cultural values. The selected objects list is attached to the end of the document, and includes only 85 allegedly Prehispanic pieces…”

El trabajo del Dr. Pérez de Heredia ha sido muy cuidadoso y acorde con las normas internacionales. Asimismo ha identificado piezas que constituyen una buena base de la colección, las cuales sobresalen por ser piezas únicas y sorpresivas en materia arqueológica, tal es el caso de varias figuras del Occidente mexicano incluyendo una pieza olmeca con más de dos mil quinientos años de antigüedad. Además del Vaso de los Cuatro Dioses del Viento, una importante pieza maya proveniente del actual Honduras.

¿Qué pasarán con las piezas que no cumplen con los estándares nuevos?

Sin lugar a dudas los objetos significativos pasarán a formar parte de las exhibiciones del museo. No obstante, en una segunda evaluación se determinará cuáles de los demás objetos se integrarán a los espacios del museo en su dimensión integral. Por ejemplo se podrán tener vitrinas con diferentes elementos como las puntas de flecha mientras que fragmentos cerámicos podrán incorporarse a las áreas de estudio para visitantes, talleres e incluso como parte de las composiciones artísticas que se integrarán al edificio.

 Finalmente, la conceptualización de The Mexican Museum está dirigida a convertirlo en un espacio que por definición buscará la apertura, el diálogo y la educación. Por este motivo, una parte de sus acervos viajará a escuelas y centros sociales a través de exhibiciones móviles capaces de romper el paradigma de la visita al museo como un desplazamiento hacia el interior. A fin de promover una cultura de la accesibilidad y la movilidad como forma cultural mexicana y universal.

Transitar de un museo con impacto local a uno que busca proyectarse en la arena internacional es una tarea ardua. El primer paso que se está tomando es una evaluación seria y profunda de lo que se ha conseguido hasta el momento. El siguiente paso será trazar el camino para complementar y crecer la colección del museo con el objetivo de consolidar su narrativa para poder así contribuir a la ya nutrida selección museística en San Francisco y el mundo.

 

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