Ciudad de México 11 de septiembre de 2017 (Redacción).- El pasado jueves en la Ciudad de México 7 de septiembre de 2017 se vivió un terremoto de 8.2 grados Richter, el cual ha dejado fuertes daños, incluyo: materiales, emocionales, psicológicos, y duelos con los que se tienen que afrontar las familias.

La humanidad cada vez es menos caritativa y la pregunta es: ¿Realmente  te gusta el mundo en el que vives? ¿Porque esperar a un desastre natural para brindar apoyo a las personas?

La respuesta es que estamos en un mundo de doble moral y ya es momento de sensibilizarnos y por eso la naturaleza viene a recordarnos que el mundo en donde vivimos lo hacemos cada uno de nosotros, a donde no nos importa botar basura en cualquier esquina, aun sabiendo el daño; y que si lo haces correctamente ¡salvarías el planeta!.  Así como también ser un poco simpático con las personas en situación de calle, o simplemente con las personas que convivimos a diario o no comprarle al campesino que va vendiendo en 10 pesos la bolsa de fruta.

Los desastres son algo inevitable y es algo que no podemos controlar, así que es necesario tomar las medidas para evitar cualquier accidente.

También es válido ayudar a las personas enfermas, a los niños que se encuentran en hospitales, a las personas que se ganan la vida vendiendo en la calle.

Una sonrisa puede alegrar el día de una persona, hazla sentir importante, no esperemos que la madre naturaleza nos obligue a valorar  y a dar cosas que antes no dimos.

Por: Citlali  Schiaffino.

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