¿Por qué las flores de cempasúchil son tan importantes en la ofrenda de Día de Muertos? 💮💮

El Día de Muertos está cada vez más cerca y por eso es importante entender cada uno de los elementos que tienen que ver con la tradición, desde los adornos, bailes y hasta las ofrendas y cada uno de los objetos que tiene.

De acuerdo con el Gobierno de México “la ofrenda es ese ritual colorido donde el individuo y la comunidad están representados con su dádiva”; en el caso de la celebración se trata de un acto sagrado, pero también puede ser profano: la tradición popular es la simbiosis de la devoción sagrada y la práctica profana.

En el caso del Día de Muertos se trata de compartir con los difuntos el pan, la sal, las frutas, los manjares culinarios, el agua y, si son adultos, el vino. “Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida. La ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria”.

La ofrenda que se conoce hoy es un reflejo del viejo y el nuevo mundo. Se recibe a los muertos con elementos naturales e intangibles -incluimos aquí las estelas de olores y fragancias que le nacen a las flores, al incienso y al copal.

Esta ofrenda es una mezcla cultural donde los europeos pusieron flores, ceras, velas y veladoras; los indígenas le agregaron el sahumerio con su copal, la comida y la flor de cempasúchil (Zempoalxóchitl), que en náhuatl significa “veinte flores” o “varias flores”.

En el caso de las flores, son un símbolo de la festividad por sus colores y estelas aromáticas, mismas que además adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se irá contenta, el alhelí y la nube no pueden faltar pues su color significa pureza y ternura, y acompañan a las ánimas de los niños.

En muchos lugares se acostumbra poner caminos de pétalos que sirvan de guía para el difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa. La flor amarilla del cempasúchil deshojada es el camino del color y olor que trazan las rutas a las ánimas. 

Los indígenas por lo mismo creían que esta era una planta curativa, pero ahora solo sirve para adornar los altares y las tumbas de los muertos, es por eso que se dice que la flor fue perdiendo sus poderes curativos con el paso del tiempo.

Nuestros antepasados asimilaban el color amarillo de la flor de cempasúchil con el sol, es por eso que se coloca en las ofrendas. La flor era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte.

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