Brunch todo el día, barra de café y cocteles únicos en este lugar de CDMX

Algo que siempre se agradece en CDMX es que haya desayunos ―o brunch― todo el día, así como café de calidad y en todas sus presentaciones. La propuesta de Brew Brew es así, y tras el éxito en la Roma ahora cuenta con una sucursal en Polanco ideal para el home office.

Como su nombre lo indica, en Brew Brew hay una barra de café de calidad que incluye latte, cold brew y flat white. En la coctelería, aunque también hay opciones sin café, te sorprenderán drinks como la BrewBrewChata ($189), hecha con horchata y Baileys.

Este definitivamente es un sitio en el que los horarios desaparecen, ya sea que arranques tarde y te urja un desayuno monchoso; o que estés haciendo home office a la hora que ya es “legal” echarte una copita. Para bebidas sin alcohol, las mejores alternativas son la Brewchata sencilla ($80), con café y horchata; o alternativas de temporada como el Matchapan, con horchata, matcha y horchata.

¿Crees que te va a taquicardia? No te asustes, también hay bebidas sin café, ya sea calientes (chocolate, $80), frías (kombucha, $70) y con alcohol (mezcalita de frutos rojos, $189).

¿Qué brunchear en Brew Brew? Desayunos todo el día en CDMX

Para comer calentito y quedar satisfecho, las papas cambray ($195) son icónicas; además de sus chilaquiles con cecina ($205), salsa de chile morita, queso Oaxaca y cebolla encurtida, que tienen suficiente sabor para paladares mexicanos acostumbrados al picante ―en caso de que tuvieras duda, dada la cantidad de extranjeros que hay en el lugar―.

Eso sí, la propuesta de la chef Denisse Pérez también comprende tosta de aguacate ($205), el icónico contraste de waffles con pollo ($285) y un buen pan francés ($180). Sin embargo, te recomendamos comer salado para cerrar con broche de oro gracias a su pan dulce ($55-$65).

Además de tener barriga llena y corazón contento, este es un lugar en el que puedes desde trabajar hasta escuchar buena música ya sea con DJs o vinilos. La sucursal de Polanco tiene chukum en las paredes y barra, lo que le da al lugar esa frescura que solo en Yucatán saben obtener; mientras que el segundo piso te hará sentir una paz tan inmensa que se te olvidará que estás en CDMX.

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