10 años y aún no reforman Ley General para el Control del Tabaco

Ciudad de México, 30 de Noviembre 2017 (Redacción).- En algunas entidades de la República están las normas aplicables para el control de los ciudadanos, las leyes aplicables a la Ley General para el Control del Tabaco (LGCT).

Hace unos días en San Luis Potosí, el Congreso aprobó una ley que, a nombre de los ciudadanos, no cumple con los estándares mínimos de protección de la salud en el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco , el cual fue ratificado por México en 2008.

Al mismo tiempo, en el estado de Nuevo León, algunos legisladores pretenden echar abajo una norma que busca puestos libres de humo de cigarro, «con el de los actores de la industria tabacalera» con sede en esa entidad, Eduardo Eduardo Castillo , integrante de la organización Códice.

Los anteriores ejemplos son consecuencia directa de que la comisión de salud de la Cámara de Diputados haya sido omitida al cumplir con su responsabilidad de reformar la LGCT, por lo que desde octubre de 2015 ha tenido conocimiento de diversas propuestas para hacer todo el país esté 100 por ciento por ciento libre de humo de cigarro, pero no les ha dado cauce, enviado por su parte Erick Antonio Ochoa, del colectivo FIC México.

Dicha comisión legislativa «ha tenido un desempeño deshonroso, ajeno a la salud pública de México». Su inacción con los ambientes libres de humo confunde a las legislaturas estatales, que por lo demás se pone en ‘creativas’ con enmiendas regresivas, inconstitucionales, o amenazan con reformas que socavan los avances «alcanzados hasta ahora, señaló el activista.

Juan Núñez, coordinador de la Alianza Nacional para el Control del Tabaco, una vez que haya cumplido un plazo de 10 años de promulgada, la LGCT «siga tolerando que se fume en espacios públicos cerrados, pese a la gran causa de enfermedad que se asocia» con el consumo de tabaco «.

Dicha sustancia, registro, causa más de 66 muertes al año y una carga superior a los 70 mil millones de pesos por atención a las enfermedades provocadas por el humo del tabaco.

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